El viaje más apasionante que he hecho en mi vida, es sin duda, el viaje hacia el interior de mí misma.
Un encuentro tan potente que da sentido a mi propia existencia.
Se que suena fuerte esto que digo, y aún así reitero que para mí, el encuentro con uno mism@, es la experiencia de mayor intimidad que podemos alcanzar.
¿QUÉ ES?
No es fácil explicar en qué consiste esta terapia. Tal vez porque se trata de una terapia experiencial. Y es que si hay algo que podemos subrayar en este enfoque es la importancia que da la Gestalt a la experiencia de las cosas.
La Terapia Gestalt es una orientación dentro de la Psicología Humanista y se considera más que una terapia una filosofía de vida. Trabajamos con la conciencia y con el potencial humano.
Entendemos a la persona como “UN TODO”, y es ese el prisma desde el que miramos. Acompañamos a personas en su proceso de desarrollo con una mirada que integra cuerpo, mente y emociones.
La Terapia Gestalt es un marco que permite a las personas desarrollar la conciencia de sí mism@s. De sus mecanismos, sus patrones de comportamiento, sus aprendizajes de vida, para así poder responsabilizarse de ello, y empoderarse para cambiar aquello que ya no les sirve o que les hace sufrir. Se trata de un proceso enfocado hacia la autonomía, la autenticidad y el bienestar emocional. Constituye una oportunidad para poder vivir de acuerdo a lo que pensamos, sentimos y somos.
Otra característica distintiva de la Terapia Gestalt es que l@s terapeutas primero hemos sido pacientes. Hemos hecho un proceso personal paralelamente a nuestra formación técnica que nos permite acompañar a las personas en su propio proceso. Algo así como que “si me conozco y se donde acaba lo mío puedo ver lo que le pertenece al otro”.
En resumen, podemos concluir con que la Terapia Gestalt es una terapia que nos ayuda a re-educar la manera en que nos manejamos con los demás y con nosotr@s mism@s abriéndonos así las puertas DEL CAMBIO.
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